Historia del IEEE
En la primavera de 1884, se convocó a una reunión para formar una sociedad eléctrica nacional y, después de algunas reuniones preliminares, se estableció el Instituto Norteamericano de Ingenieros Eléctricos en la ciudad de Nueva York, el 13 de Mayo. Se le dió ímpetu a la nueva organización mediante la planeación de una Exhibición Eléctrica Nacional que sería albergada más tarde en ese año por el Instituto Franklin de Filadelfia, y así el AIEE rápidamente ganó reconocimiento como el vocero de los ingenieros eléctricos norteamericanos.
Desde el comienzo, las comunicaciones por cable y los sistemas de luz y potencia fueron los intereses principales del AIEE. Como antiguo y activo participante en el desarrollo de normas para la industria, el Instituto fundó las bases para todos los trabajos en normas eléctricas hechos en los Estados Unidos.
Durante las primeras tres décadas de su existencia, el AIEE enfrentó y resolvió asuntos internos, tales como establecer las oficinas principales permanentes de la organización, proporcionar mecanismos para tener contacto con una amplia membresía y con los estudiantes, y patrocinar nuevos intereses técnicos a través de comités que se establecieron para enfrentar el reto de la creciente especialización e incluso se expandió más allá de las fronteras de los Estados Unidos con la formación en 1903 de la Sección Toronto y en 1922 con la formación de la Sección México.
Sin embargo, para 1912 los intereses y necesidades de aquéllos que se especializaron en el creciente campo de la radio ya no podían estar satisfechos con un comité que se reunía dos o tres veces por año. En ese año, dos organizaciones mayores en radio, - la Sociedad de Ingenieros, Telegrafía Inalámbrica y el Instituto Inalámbrico-, se fusionaron para formar una sociedad nacional de científicos e ingenieros involucrados en el desarrollo de las comunicaciones inalámbricas, el Instituto de Ingenieros en Radio (IRE).
El desarrollo estructural y las actividades generales del IRE eran similares a las del AIEE. Los segmentos especializados se agrupaban en grupos profesionales bajo un cuerpo regente central, luego se formaron las unidades geográficas y las ramas estudiantiles; la creación de un amplio acervo literario y el intercambio de conoci-mientos se facilitó a través de reuniones y publicaciones, luego se establecieron los grados de membresía y las normas fueron desde el principio del mayor interés.
La naturaleza de la tecnología del radio significó que los intereses del IRE se extendieran más allá de las fronteras nacionales. Por lo tanto, la nueva asociación buscó y atrajo miembros de muchos países.
En 1930, la palabra “electrónica” se volvió parte del vocabulario en la ingeniería. Los ingenieros en electrónica tendieron a ser miembros del IRE, pero las aplicaciones de la tecnología de bulbos llegaron a ser tan extensas que los límites técnicos que diferenciaban al IRE del AIEE se volvieron difíciles de distinguir. Después de la Segunda Guerra Mundial, las dos organizaciones se volvieron crecientemente competitivas. Se presentaron pro-blemas de sobreposición y duplicación de esfuerzos que sólo se resolvieron parcialmente mediante comités y reuniones conjuntas.
Finalmente, en 1961 las dirigencias tanto del IRE como del AIEE resolvieron buscarle término a esas di-ficultades a través de la consolidación. El año siguiente se formuló y aprobó un plan de fusión, el cual entró en vigor el 1o. de enero de 1963, se hicieron planes para uni-ficar las actividades técnicas y las unidades geográficas de las dos sociedades y para establecer un programa de publicaciones unificado para la nueva organización, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE).
Hoy en día, el IEEE es la organización técnica profesional más grande y prestigiada del mundo, sus actividades se extienden mucho más allá de lo que sus predecesores podrían haber previsto. SIGUE SIENDO, SIN EMBARGO Y JUSTO COMO HACE MÁS DE UN SIGLO, EL VOCERO PRINCIPAL DE LOS MÁS IMPORTANTES Y EXCITANTES CAMPOS TECNOLÓGICOS DE SU TIEMPO.